Comerciantes locales piden medidas de protección para la industria nacional, acechada por el aumento de asiáticos. Radiografía de esta invasión china.
En San Victorino, un gigante silencioso acecha. Desde hace algunos años, poco a poco y sin que nadie sintiera sus pasos, cientos de ciudadanos chinos han venido asentándose en este populoso sector, ubicado en pleno corazón de Bogotá.
Hoy, las autoridades estiman que cerca de 40 locales de la zona son ocupados por inmigrantes asiáticos. Sin embargo, lo más preocupante para los comerciantes nacionales no es la presencia de los chinos en el sector sino que -frente ellos- están en desventaja y no tienen cómo competir, dicen.
La semana pasada, los comerciantes colombianos encendieron las alarmas sobre este fenómeno que amenaza con crecer.
Según sus denuncias, los chinos pagan hasta cuatro veces más el valor comercial de un local en la zona, sin que exista una regulación por parte de las autoridades.
“Hemos conocido casos en los que por un local que valdría unos $250 millones, han pagado hasta $1.000 millones con la sola intención de quedarse allí, así sus productos sean a costo de ‘huevo’. Ellos multiplican la prima de cada local y aparte de eso pagan hasta dos años de arriendo por adelantado. Esto de entrada ya nos pone en desventaja”, advierte Juan Martín Duque, uno de los voceros de la Gran Manzana de San Victorino.
CIFRAS EXORBITANTES
La prima a la que Duque se refiere es lo que en mercadeo se conoce como ‘Goodwill’, que no es otra cosa que el valor de la reputación de un negocio, el cual puede ser establecido como la diferencia entre el valor neto de los activos y el valor total del negocio.
“Si yo llevo 15, 20 o 25 años con un negocio acreditándolo, en donde tengo una plata invertida que desarrollé, eso me genera unos ingresos. Esa es la prima que se vende. En otras palabras, es la cesión de mi marca, que en ocasiones es difícil de calcular”, señala Duque.
De acuerdo con el vocero de la Gran Manzana, en San Victorino hay primas hasta de 500 millones, “pero nunca habíamos visto que pagaran primas por encima de 1.000 millones como las compran los chinos ahora”.
Tras conocerse esta denuncia, miles de comerciantes de la zona marcharon la semana pasada hasta la Plaza de Bolívar exigiendo políticas públicas urgentes para evitar la expansión china, argumentando que los asiáticos cuentan con mejores condiciones que los propios colombianos.
Entre las peticiones de los negociantes están que las autoridades impongan medidas de protección a la industria nacional de confecciones y textiles, compensaciones tributarias, mejores condiciones financieras y accesibilidad a créditos.
Para los comerciantes nacionales, con la presencia de los chinos, están en juego más de 1,8 millones de empleos directos.
¿LIBRE COMPETENCIA?
Xiu Hu (nombre cambiado)*, lleva ocho meses en el sector comercializando ropa.
Frente a los señalamientos que se les hacen a sus compatriotas, él asegura que no están haciendo nada malo y que todo está enmarcado en el plano legal.
Según el chino, no hay nada de malo en pagar un alto costo por un local, ya que eso hace parte de la libre competencia.
Asegura que su mercancía está en regla y que si eso ocurre no hay forma en que pueda juzgársele.
No obstante, este lunes, la alcaldía local de Santa Fe realizó un operativo en la zona en dónde se inspeccionaron 10 almacenes de propietarios nacionales y extranjeros, en el que se identificó que ninguno de ellos cumplía con la reglamentación requerida.
En el operativo, 16 ciudadanos chinos fueron trasladados a Migración Colombia para verificar si contaban con visas de trabajo. En caso contrario, podrían ser deportados al no cumplir con los requisitos legales.
De acuerdo con Gustavo Niño, alcalde de la localidad de Santa Fe, los comerciantes de los locales inspeccionados tienen un plazo de 30 días para remitir los documentos en regla a la oficina jurídica de la Alcaldía y de no hacerlo, se abrirá un proceso administrativo que puede llegar al cierre del lugar.
El funcionario recalcó que “este tipo de controles se hace con frecuencia entre los establecimientos del mercado de San Victorino, independientemente de la nacionalidad de sus administradores. Por lo tanto, no es una práctica discriminatoria, como han manifestado algunos sectores”.
A PRECIO DE HUEVO
Otra de las preocupaciones de los comerciantes colombianos es que los productos que venden los chinos son mucho más baratos que los nacionales, ya que tienen todos los beneficios para importar a bajo costo.
“Por ser ciudadanos chinos, desde su país les traen mercancía con bajos aranceles y en Colombia reciben beneficios adicionales por comercializar”, asegura el dueño de un local ubicado en uno de los centros comerciales de San Victorino.
Insiste en que en Colombia los comerciantes nacionales no cuentan con herramientas para crecer y competir.
“Todo se lo llevan los de afuera y eso que nos dicen que la solución para mejorar la economía está en formar empresa, pero así es muy difícil”, agrega el colombiano.
Están seguros de que la única forma de competir contra ellos es con productos de alta calidad y en convencer a los colombianos de que los productos nacionales tienen un valor agregado.
UN BARRIO CHINO, NO: ESTÁN POR TODA LA CIUDAD
Aunque gran parte del problema se centra en San Victorino, las autoridades distritales han identificado otras zonas en las que los chinos también han extendido sus negocios.
San Cristóbal norte y El Restrepo también están en la mira de las autoridades por una supuesta ‘invasión china’.
No obstante, varios locales han aparecido en los últimos años en localidades como Puente Aranda y Usme.
Para Juan Martín Duque, de la Gran Manzana, esto lo que refleja es que no solo los chinos se quieren asentar en un sector como ha ocurrido en Perú, Argentina y España, entre otros, donde existen barrios exclusivos para ellos, sino que lo han hecho en toda la ciudad.
“Para que haya un barrio Chino falta, pero si esto continúa seguramente lo tendremos en unos años”.
APREHENSIONES DE MERCANCÍA ILEGAL
Leonardo Sicard, director de Fiscalización de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), aseguró que la entidad ha estado muy pendiente en la zona sobre la mercancía que allí se comercializa.
Dice que el problema de la invasión china no es solo por la presencia de los asiáticos sino de productos que provienen de ese país.
“Hay colombianos que también comercian productos chinos de forma ilegal. El trabajo de la Dian es fiscalizar que todos los productos que allí se vendan tengan el sello de legalidad de las autoridades”.
De acuerdo con cifras de la Dian, en lo corrido del año se han decomisado unos 120 mil millones de pesos en el sector (exactamente $120.660.157.860 ), la mayoría proveniente del sector de las confecciones y textiles ($22.416.626.248).
Fuente: Portafolio.co